sábado, 26 de octubre de 2013

¿Deporte o negocio?

En una sociedad en la que hasta el deporte nacional de la misma se convierte en un negocio, no podemos poner mucha expectativa en su economía.

Parece ser que el futbol se está convirtiendo en la nueva religión, y es que este deporte mueve a cientos de miles de personas cada semana hacia los estadios de futbol para ver a su equipo, yo soy uno de ellos. El futbol hace ya muchos años que se ha magnificado, cuando cada verano equipos multimillonarios realizan la compra de jugadores por cantidades desorbitadas de dinero tales como los 94 millones de euro que pago el Madrid por cristiano Ronaldo, los 91 millones por bale, los 57 del Barcelona por neymar…La gente suele preguntarse si es rentable tanta cantidad de dinero por un jugador, pero eso es lo malo, que si lo es. Y lo es por nuestra culpa, porque pagamos por ver sus partidos, los anuncios venden más si son ellos los que lo protagonizan etc., e insisto incluyéndome en ese grupo de ``culpables´´, algo de lo que me avergüenzo.

Ni que decir tiene que afecta a nuestra economía, casi todos los equipos tienen una gran deuda, un ejemplo es el Atlético de Madrid, equipo que debía 150 millones a hacienda, otro el Betis, que debía 70, el Sevilla, el Deportivo de la Coruña…Esto son solo un ejemplo de los muchísimos equipos que deben dinero a hacienda. Además, la forma jurídica de la mayoría de los equipos suele ser Sociedad Anónima Deportiva, por lo que es común que entren en ley concursal y no paguen a sus acreedores.

También es común que equipos con una gran deuda de la que no pueden responder desaparezcan dejando dicha deuda ``en el aire´´, caso de la U.D.  Salamanca. En estos casos vuelven a fundar un club con prácticamente el mismo nombre evitando asi el pago de la misma.


Solemos criticar sin cesar a los políticos, otorgándoles el lugar que otorgaríamos a un demonio y sin embargo se habla con una admiración tal de los futbolistas que parece que alimentan a la sociedad, que sería imposible vivir sin ellos. Pues bien, al igual que tratamos de no ser indiferentes ante las malas actuaciones políticas, algo que comparto, deberíamos igualmente no permitir que ocurriesen este tipo de situaciones.

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